miércoles, 26 de julio de 2017

Paella marinera de fideos

Hace unos días, disfrutando de unos apacibles ratos de no poder hacer otra cosa que ir a la playa, recibí un regalo. Este regalo incluía una paella marinera de fideos. Quedé tan contento que propuse un reto musical en Facebook. Así se gestó esta obra para coro mixto.

La paella en cuestión tenía este aspecto:



Y el resultado final de la música ha quedado así:
https://soundcloud.com/user-243824930/paella-marinera-de-fideos-mp3

El sonido es de la versión demo de Harmony, ahora mismo no tengo un coro a mano, salvo que nos organicemos rápido y retemos a un cocinero a que haga la paella antes de que un coro monte la obra y la grabe. El guante queda ahí.

Si os gusta el resultado, podéis obtener la partitura en mi propia web:
http://cesar-zumel-vaquero.webnode.es/

La partitura es libre porque a mí la paella me la regalaron.

Descubrí el género gastronómico el año pasado cuando le puse música a un pincho. Desde el punto de vista musical, para un compositor es importante escribir todos los días, o todas las semanas. A través de la música religiosa, los maestros de capilla lo tienen más fácil porque aunque sólamente sea un salmo a la semana o al mes, mantienen engrasada la maquinaria compositiva.

El género pinchos es interesante porque lo primero nos aleja de la rigidez de la música que algunos llaman erudita. Si un pincho lo podemos comer con los dedos, porqué no hacer el equivalente con la música. ¿No podríamos salir de pinchos, y tomar nuestros vinos, cañas o aguas, cantando? Así surgió el género.

Esta paella ha merecido un poco más de música. Si normalmente los pinchos duran veinte segundos como máximo, esta paella dura casi un minuto.

A nivel de texto, he tratado de destacar los ingredientes principales, las técnicas más importantes y en una pequeña introducción digo lo que no es.

No tiene arroz, y no es fideuá. Estamos hablando de una paella de fideos, sí, aquélla que si queda bien, los fideos quedan con una punta para arriba, es espectacular.

Los pasos importantes son freír un poco los fideos para que queden más sabrosos. Recordando a mi profesor de Ingeniería Química J. L. Cabezas, para una paella lo más importante es el sofrito, pues hay que hacer un buen sofrito, y lo repito con texto diferente. No hay que olvidar los calamares y gambas, aunque la imaginación y economía del maestro cocinero pueden añadir más bichos marinos.

Y ahora viene el caldo, la paciencia, diez minutos y probar. Con esto la paella hecha está.

El texto ya está analizado desde el punto de vista gastronómico, haciendo hincapié en los aspectos más importantes.

A nivel musical, hay bastante relación con la receta. En concreto, una voz enuncia la frase, y el coro le hace una respuesta. Esto es lo más habitual.

En la introducción, todos dicen lo que la paella de fideos no es. Y lo dicen todos a la vez, partiendo de la tonalidad de Re mayor, y terminando en La séptima, que pide continuar cayendo al Re mayor.

Lo más habitual es que el bajo lleve la iniciativa y todo el coro responda. Sólo hay una excepción, el tenor cuando habla de "calamares y langostinos". En la primera versión se me olvidó echar los bichos marinos. Y dada la coherencia que ya tenía la obra, la única forma de no romperla fue que los tenores hicieran la voz de cocinero mayor.

La obra es tonal, lo siento, es la música que me gusta escuchar y así la escribo porque me gusta oírla.

A nivel de articulación, hay una parte muy activa que es la de cocinar y añadir ingredientes. En el momento en que se echa el caldo, la articulación baja, ya sólo se ven corcheas y negras, comienza la paz y la paciencia, no remover, no tocar, esperar y probar.

El compás final indica que la paella esta hecha. Termina a lo grande, en un acorde bien abierto y equilibrado, sin quinta, con tesituras altas para aprovechar bien el forte.

La armonía está basada en todo momento en la tonalidad de Re mayor, con si menor y fa# menor. En la parte final, cuando la paella está en la fase de los diez minutos, aparece de forma sorpresiva pero insistente un si bemol en el bajo que ayuda a que la agitación del primer momento se apague y nos lleve al final en Re mayor.

Que aproveche!







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