sábado, 17 de marzo de 2012

Tradiderunt me (responsorio Nº 10 del Oficio de Semana Santa de Tomás Luis de Victoria)

Tradiderunt me

Reponsorio Nº10 (Me entregaron)

Traducción: me entregaron en manos de los impíos y me arrojaron entre los perversos y no se acordaron de mi alma. Se unieron contra mi los poderosos y como gigantes se plantaron ante mi. Pusieron a los extraños contra mi y los poderosotros maltrataron mi alma.

Tradiderunt es el enunciado del drama. Se trata de presentar sin estridencias (mezzopiano) la entrega. In manus es la expresión de estar de acuerdo con lo que está pasando, desde el conocimiento del plan hasta su aceptación. El carácter ha de ser tranquilo, triste, conformista. Pero la escala de intervalos de cuarta a partir del compás 7 indica el carácter humano del no conformismo. Una vez recuperado el aire divino, debemos mantener el aire inicial de tranquilo, triste y conformista. El último adversum es un monumento a la polifonía que recuerda a Palestrina. Es necesario encontrar delicadeza en este fragmento, las corcheas bien destacadas y escuchadas con fraseo hacia la última nota del grupo.

Et gigantes surge del piano, para crecerse en el apartado steterunt. Steterunt constituye un gran ejercicio de superposición de frase, cada voz que entra tiene que articular igual y retirar su frase contemplando cómo surgen las otras.

La última frase, también la narra el traicionado, pero en esta ocasión se comporta como un narrador, saliéndose de la escena. El carácter ha de ser, de nuevo piano y fluído.

Tamquam ad latronem (responsorio Nº 7 del Oficio de Semana Santa de Tomás Luis de Victoria)

Tamquam ad latronem

Responsorio Nº 7

La traducción dice: como a un ladrón, con palos y espadas, salisteis a prenderme. Cada día estuve con vosotros enseñando en el templo y no me detuvisteis y ahora, flagelado, me lleváis a crucificar. Cuando pusieron sus manos en Jesús, y le apresaron, les dijo: cada día…

En arranque es enérgico, fuerte y marcado en el diálogo de contraltos y tenores. En algunas grabaciones se hace un juego de eses que representan ruido de espadas. Esta energía hay que suavizarla en comprehendereme. La interpretación ha de mostrar que la intención de los soldados era violenta, pero al ver al “ladrón” se dieron cuenta de que para esa misión no haría falta ninguna violencia. Es aquí donde Pedro corta la oreja de Malco.

Quotidie es una reflexión comprensiva del prendido. Et ecce no necesita una interpretación fuerte y violenta, sino con presencia para llegar a otra de las perlas (comparable al Sepulto), en el compás 36.

Las escaleras descendentes representan la crucifixión, pero ha de ser activo. El acorde final es descanso, piano y poco retardando.

El último fragmento lo cuenta un narrador, y ha de ser muy tranquilo, como ausente de la acción. Para aportar algo de belleza, se debe interpretar piano y fluido.

Astiterunt reges (responsorio Nº16 del Oficio de Semana Santa de Tomás Luis de Victoria)

Astiterunt reges.

Responsorio Nº 16, de sábado santo.

Traducción del texto: Se reunieron los reyes de la tierra y acordaron por unanimidad contra su Señor y contra Jesucristo para que murmurasen las gentes y el pueblo pensaron a la vez.

“Se levantaron los reyes” ha de ser amplio, poderoso, muestra el poder de los reyes de la tierra. Sin embargo la tierra se muestra ya más suave porque lo importante no está en la tierra. De forma más contenida aparecen los príncipes porque están un escalón más abajo en la escalera del poder. La parte de los reyes es marcada y la de los príncipes más redondeada.

La parte de “Contra el Señor y contra su Cristo” trabaja exclusivamente el contrapunto, y los fuertes y pianos lo marcan la evolución de la frase (el acento es fuerte, arriba es fuerte). Sopranos tienen que buscar un último acorde muy mezclado marcando muy bien la i de ius. El acorde es incompleto porque falta la tercera (no define si es mayor o menor).

“Para que murmuren las gentes y el pueblo, pensaron a la vez”. Se trata de un murmullo, algo suave, la frase inicial avanza hasta erunt, sopranos tratan de hacer piano el fa alto para que se oiga la melodía de contralto. La resolución final es una tercera muy piano, con mucho empaste que indica que pensaron a la vez, no lo mismo (dos notas distintas), pero pensaron a la vez.

Qué pensaron a la vez? Pensaron contra el Señor y contra su Cristo. La terminación es larga (piano final bastante infinito), con una ese muy corta.

viernes, 9 de marzo de 2012

Eram quasi agnus (responsorio Nº 4 del Oficio de Semana Santa de Tomás Luis de Victoria)

Eram quasi agnus.

Traducción:  como cordero inocente, fui llevado al matadero. Mis enemigos se confabularon contra mi diciendo: Venid, pongamos veneno en su pan, y quitémosle de la tierra de los vivos. Todos mis enemigos pensaban cosas malas contra mi. Los perversos me maldijeron, diciendo: Venid…

La primera frase, que presenta el responsorio también presenta al cordero inocente. Eram va separado de quasi agnus mediante una pausa de tensión (las dos palabras quasi y agnus significan la misa idea, por lo tanto no se pueden separar). El ascenso melódico de sopranos tiene que indicar que el cordero inocente era consciente de la injusticia que se estaba cometiendo.

Contraltos y bajos inician el camino hacia el matadero con una escala descendente, que luego secundan sopranos y tenores.

Esta escalera termina con el fragmento nescieban cuya traducción es que el cordero no lo sabía. No es cierto, sí que lo sabía, pero lo había admitido y bajo esa comprensión.

Los enemigos al conspirar provocan un forte y marcado “consilium…”. Aunque la frase parece que se suaviza al final con “Adversum…”para llegar a un acorde de re mayor.

La invitación a envenenar al cordero se presenta como tema más rápido o más stacatto, pero de alguna forma hay que destacarlo. Tiene que ser una invitación al mal, y la espiral ha de continuar hasta el FINE. In panen no es más violento sobre todo para las voces masculinas. Et eradamus inicia el descenso de la tensión lo cual representa que el cordero ya está envenenado.

Una vez más la parte de los solos es una reflexión externa al narrador (Eram…) y externa a los “malos” (Venite…). El cordero que asume un papel externo a la maldad que está en juego ha de ser interpretado muy piano y muy fluido.

Venite se retoma con la misma violencia e invitación al mal. Esta segunda vez la interpretación se suaviza con un tempo no tan acelerado. Incluso la dinámica es más piano.

Ecce quomodo moritur (responsorio Nº 15 del Oficio de Semana Santa de Tomás Luis de Victoria)

Ecce quomodo moritur

Responsorio Nº15 del Oficio de Tinieblas de Tomás Luis de Victoria (1585).

La traducción dice: He aquí cómo muere el justo y nadie se compadece de él. Los hombre justos son apartados y nadie se apiada de ellos por la maldad que se está cometiendo. Y quedó en paz su recuerdo. Como cordero ante el esquilador enmudeció y no abrió su boca. De congoja y de juicio fue liberado.

Ecce quomodo, lento, tranquilo, sin expresión, incluido et viri iust. Siempre el mismo volumen, llamativamente mezzopiano, inexpresivo, con sensación de estar diciendo no con la cabeza. Sólo destacan los acentos. La música de esta forma necesita dirección hacia el texto. Lo más importante es escuchar el antepenúltimo compás de contraltos para que ellas puedan articularlo muy bien.

Toda la inexpresión del fragmento anterior tiene que aparecer ahora. Empieza muy piano y poco a poco va abriendo porque habla de la paz que perdura su recuerdo. La terminación de pace ha de ser suave y progresiva, para retomar la intensidad en memoria. Es necesario respirar bien para llegar al ius para hacer un final largo.

Tanquam empieza piano como un corderito que no tenía otra opción. La respuesta de contraltos ha de ser fantasmagórica sobre todo la primera. Et non pide más volumen. La última frase ha de mostrar la angustia del contratiempo sin exceso de volumen. El último acorde no es conclusivo porque no tiene la tercera.

Se repite todo, solamente para llegar hasta el recuerdo de la paz.



sábado, 3 de marzo de 2012

Amicus meus (responsorio Nº 1 del Oficio de Semana Santa de Tomás Luis de Victoria)

Amicus meus, responsorio de Tinieblas de Tomás Luis de Victoria número 1, el primero del Oficio.

La traducción dice lo siguiente: Mi amigo me ha entregado con la señal de un beso, aquel a quien yo bese, ése es, prendedle, esa fue la maldita señal, cometió un asesinato con un beso. El desgraciado rechazó el precio de la sangre y después se ahorcó. Mejor sería que no hubiese nacido.

Comienza así el Oficio en el monte de los Olivos. A pesar de hablar de una traición, todavía las palabras Amicus meus  encierran mucho amor y suavidad, por lo tanto se comienza muy piano y llegando desde lejos. Incluso osculo todavía mantiene ese espíritu de caridad y perdón.

Pero esto dura hasta la traición de tradidit signo, y es este un momento de mayor volumen e intensidad. A partir de este momento la música se vuelve más activa. Tenores y bajos por un lado hacen un fragmento en paralelo, continuado por respuesta en ipse est.

Se repite la estructura en Hoc malum est, que precede a otro gran momento de contrapunto (implevit) para terminar un homicidium que recupera la sensación de tranquilidad.

La sucesión de respuestas en el texto por blancas y redondas (Infelix praetermisit) indica una gran desazón del desgraciado. Algo que irremediablemente iba a pasar era el final del traidor, esto se construye a partir del compás 30, la frase parece que va a terminar bien, pero finalmente el traidor se suicida, manifestado en el corte final de tenores. Todo el coro termina también de forma abrupta.

El solo de contraltos y sopranos para decir que mejor era para el traidor no haber nacido, ha de interpretarse como una reflexión fuera de la crudeza de los hechos, de forma más neutra y tranquila.

Así termina el comienzo del Oficio, lleno de polifonía, como coser con hilos de distinto color, aprovechando el contratiempo para otorgar los acentos del texto a los tiempos fuertes del compás.

Sepulto Domino (responsorio Nº 18 del Oficio de Semana Santa de Tomás Luis de Victoria)

Comienza hoy una serie de comentarios sobre los responsorios de Tinieblas de Tomás Luis de Victoria.

Sepulto Domino, responsorio de Tinieblas de Tomás Luis de Victoria número 18, el último y con el que se terminar el Oficio. Detrás de esto viene directamente la Resurrección.

La traducción dice lo siguiente: Sepultado el Señor se cerró el monumento, volviendo una piedra hacia la puerta del sepulcro. Poniendo soldados para que le custodiaran. Llegados los príncipes de los sacerdotes ante Pilatos, le pidieron.

Como es común en toda la obra comienzan contraltos el sol menor. A continuación el resto del coro ofrece acordes verticales que buscan el sonido de un órgano. Cuando se hace una pausa después de Domino (re mayor), en el ambiente se respira un descanso poco habitual. Esta pausa en cualquier otra obra generaría tensión, pero aquí es un gran paz.

El momento de mayor belleza se encuentra en el compás 7, cuando un acorde de do menor da paso a otro de mi bemol mayor, y contraltos y tenores acceden a este momento a través de un bellísimo contratiempo.

Tenores y bajos hacen rodar la piedra (volventes lapidem), movimiento que continúan sopranos y contraltos.

Todos juntos comienzan monumentum para terminar en un acorde de sol mayor, que claramente es la paz de la resurrección.

Ponentes milites cambia el color de la situación, porque se hace más violenta y con aristas. Sin embargo el final también en sol mayor indica que la Resurrección está ya cerca.

Es precisamente la última parte la que describe una auténtica Resurrección. Tenores y bajos ascienden una escalera que llega hasta la petición del cuerpo. Contraltos se unen a esa escalera.

Al final de todos los responsorios, Sepulto Domino nos hace descansar en una auténtica paz.