Tamquam ad latronem
Responsorio Nº 7
La traducción dice: como a un ladrón, con palos y espadas, salisteis a prenderme. Cada día estuve con vosotros enseñando en el templo y no me detuvisteis y ahora, flagelado, me lleváis a crucificar. Cuando pusieron sus manos en Jesús, y le apresaron, les dijo: cada día…
En arranque es enérgico, fuerte y marcado en el diálogo de contraltos y tenores. En algunas grabaciones se hace un juego de eses que representan ruido de espadas. Esta energía hay que suavizarla en comprehendereme. La interpretación ha de mostrar que la intención de los soldados era violenta, pero al ver al “ladrón” se dieron cuenta de que para esa misión no haría falta ninguna violencia. Es aquí donde Pedro corta la oreja de Malco.
Quotidie es una reflexión comprensiva del prendido. Et ecce no necesita una interpretación fuerte y violenta, sino con presencia para llegar a otra de las perlas (comparable al Sepulto), en el compás 36.
Las escaleras descendentes representan la crucifixión, pero ha de ser activo. El acorde final es descanso, piano y poco retardando.
El último fragmento lo cuenta un narrador, y ha de ser muy tranquilo, como ausente de la acción. Para aportar algo de belleza, se debe interpretar piano y fluido.
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