sábado, 3 de marzo de 2012

Amicus meus (responsorio Nº 1 del Oficio de Semana Santa de Tomás Luis de Victoria)

Amicus meus, responsorio de Tinieblas de Tomás Luis de Victoria número 1, el primero del Oficio.

La traducción dice lo siguiente: Mi amigo me ha entregado con la señal de un beso, aquel a quien yo bese, ése es, prendedle, esa fue la maldita señal, cometió un asesinato con un beso. El desgraciado rechazó el precio de la sangre y después se ahorcó. Mejor sería que no hubiese nacido.

Comienza así el Oficio en el monte de los Olivos. A pesar de hablar de una traición, todavía las palabras Amicus meus  encierran mucho amor y suavidad, por lo tanto se comienza muy piano y llegando desde lejos. Incluso osculo todavía mantiene ese espíritu de caridad y perdón.

Pero esto dura hasta la traición de tradidit signo, y es este un momento de mayor volumen e intensidad. A partir de este momento la música se vuelve más activa. Tenores y bajos por un lado hacen un fragmento en paralelo, continuado por respuesta en ipse est.

Se repite la estructura en Hoc malum est, que precede a otro gran momento de contrapunto (implevit) para terminar un homicidium que recupera la sensación de tranquilidad.

La sucesión de respuestas en el texto por blancas y redondas (Infelix praetermisit) indica una gran desazón del desgraciado. Algo que irremediablemente iba a pasar era el final del traidor, esto se construye a partir del compás 30, la frase parece que va a terminar bien, pero finalmente el traidor se suicida, manifestado en el corte final de tenores. Todo el coro termina también de forma abrupta.

El solo de contraltos y sopranos para decir que mejor era para el traidor no haber nacido, ha de interpretarse como una reflexión fuera de la crudeza de los hechos, de forma más neutra y tranquila.

Así termina el comienzo del Oficio, lleno de polifonía, como coser con hilos de distinto color, aprovechando el contratiempo para otorgar los acentos del texto a los tiempos fuertes del compás.

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