Si la definición de persona que canta en un coro se deja resumir en cómico, músico, mago, podemos seguir leyendo. El que no lo vea así que pase a otra entrada.
Otra obra en francés. En este caso viajamos a la Francia de M. Aznavour, vestido de canas y traje negro, al más puro estilo de mi amigo Manolo, al que el mote como otros además de encajarle bien hasta le hace ilusión.
Como lo más importante es el texto, vayamos primero al texto aunque la música es realmente sencilla.
El texto. Ya hemos visto la primera frase, estribillo, hilo conductor de la obra. Venid a ver a estos locos de la música que además son cómicos y magos. Es verdad que a veces se puede hacer magia con un coro. Si magia la entendemos por conseguir efectos sorprendentes sí. También es cierto que en algunas ocasiones hacemos reír, cada vez menor, o incluso nos reímos nosotros. Cuando ves a un niño delante del escenario (en la calle por supuesto), imitando al director y saltando como una pelota de tenis, no puedes evitar reírte.
Seleccionemos algunas de las letras. Si avanzamos en cada una de las tres letras completas de que disponemos, vemos que en realidad no se refiere a un coro sino a una compañía de teatro más bien. Pero todo tiene arreglo y como un coro multiplica su efecto cuando hace teatro (o al menos lo intenta), podemos continuar.
Los cómicos han llegado y montan sus toldos, han desfilado por las calles, llegan a una plaza, delante de una iglesia, con las sillas verdes, y detrás de ellos viene la gente, los niños sobre todo.
Qué hacen estos cómicos, pues lo mismo cuentan una historia de pícaros que una de enamorados, que se lamentan con Bautista. Habrá que buscar más a qué Bautista se refieren. Si alguien tiene pistas que nos diga.
El techo del teatro serán las estrellas, y para empezar, se oirán tres golpes.
En la tercera letra, ya ha pasado la representación y los cómicos tienen que recoger. Poco agradable sino para el artista, recoger. Quizá eso alejó a mi gran amigo de tocar en grupos de música en fiestas, qué habría sido de él a sus dieciséis años.
Pero los cómicos no han dejado un vacío, en el corazón del público han sembrado un poco de fiesta, un sueño. Y llegarán a otros pueblos dormidos, donde la historia se repetirá de nuevo.
Ya veis que es una historia completa, llegan, actúan y se van.
Cómo es la música. La música es tan sencilla como efectista. El estribillo es I, VI, IV, V. Tan sencillo y con tan poco movimiento armónico que se dejan asentar la secuencia de cuatro acordes y así se entiende mejor. En las couplets ya hay más movimiento, entendido desde la melodía en las sopranos. Cuando los bajos reciben la melodía, es cuando el coro cambia de acorde dos veces cada compás, para preparar la última parte de la couplet, donde además de más dinamismo, el texto se hace más complejo. No es otra la razón de que sea la parte más compleja de la obra y por donde hay que empezar a montarla, al menos es una sugerencia. Una coda final realiza un crescendo en volumen al incorporar de compás en compás a cada una de las voces, incluyendo dos de contralto. El último cambio de acorde nos lleva al París más bohemio del Sagrado Corazón y todos sus pintores.
Venid a ver los cómicos, a los músicos, a los magos que llegan.
La versión coral es más pausada y más medida, porque la de Aznavour es todo corazón, sentimiento, arrebato,…al coro le dejamos que haga esto, pero con menos arrebato.
Esto fue Les comediens.
César
Este tema que rememora las andanzas faranduleras del gremio artístico-teatral por parte de Aznavour, se me antoja a la par de "popular" muy alegre, dinámico y tradicional. Cosa que para ser transmitido como bien dices por un tema de estructura "simple" tiene su miga. Muy bueno el blog por cierto!.
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